

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles una orden que fija nuevos aranceles del 40% para una larga lista de productos importados desde Brasil. Esta nueva tasa se suma a otras ya existentes, y afectará de manera particular a las exportaciones brasileñas de carne vacuna.
A partir del 6 de agosto, la carne brasileña comenzará a tributar un total del 76,4% para ingresar a Estados Unidos. Esta cifra se compone del histórico 26,4% que regía para las ventas fuera de cupo, un 10% adicional impuesto semanas atrás por el presidente Trump y la nueva tasa del 40%. Este nivel arancelario es considerado prohibitivo y deja a los frigoríficos brasileños fuera del mercado estadounidense.
La medida, al dejar fuera de mercado a Brasil, que es el principal exportador mundial de carne vacuna, tiene consecuencias significativas. Por un lado, se abren nuevas oportunidades de negocios en Estados Unidos, un mercado con alta demanda debido a una crisis de producción local. El rodeo vacuno en EE.UU. es de los más bajos en varias décadas, lo que genera un mercado firme y con precios elevados. Los consultores del sector coinciden en que empresas de Argentina y Uruguay podrían reemplazar a las brasileñas en este mercado. En el marco de una cuota de 20.000 toneladas, el país norteamericano está pagando valores de US$ 11.000 por tonelada, con un arancel del 10%. Brasil, por su parte, ya había reducido sus ventas a EE.UU. en julio, embarcando solo 15.000 toneladas, y se espera que deba destinar este volumen a otros destinos.
La contraparte de este escenario es el riesgo de que el excedente de carne de Brasil se redirija hacia otros mercados, como China, la otra gran aspiradora mundial de carne vacuna. Este movimiento podría generar una presión bajista en los precios globales, afectando las exportaciones argentinas y el precio de las vacas.
Redacción por DataPortuaria
Fuente: Bichos de Campo