La Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo (CTMFM) publicó recientemente un informe en el que se presentan indicios de actividad reproductiva de merluza negra (Dissostichus eleginoides) en el sector norte del talud continental argentino. Esta zona, situada entre las latitudes 36°S y 39°S, a profundidades de entre 1.000 y 1.800 metros, no había confirmado hasta ahora este comportamiento de la especie.

Los resultados, presentados originalmente en noviembre de 2022 y difundidos formalmente en julio de 2025 a través de la publicación científica Frente Marítimo (volumen 27), se basan en campañas de investigación realizadas entre 2018 y 2022. Se detectó la presencia de hembras maduras y ejemplares con ovarios en estado de maduración avanzada.

Especialistas indicaron que, si bien la merluza negra es conocida por realizar migraciones reproductivas hacia el talud sur y zonas australes, este hallazgo sugiere que el área del talud norte también podría desempeñar un rol como zona secundaria de reproducción. Esto reviste interés para la gestión pesquera y la conservación del recurso, y "abre nuevas preguntas sobre la dinámica poblacional y la conectividad entre los distintos grupos de merluza negra en el Atlántico Sudoccidental”.

Contexto de la pesquería y flotas extranjeras

La merluza negra constituye un recurso ictícola de altísimo valor comercial, cuya explotación está estrictamente regulada a través de cuotas y medidas de conservación bajo el derecho internacional, aplicadas por Argentina y otros Estados con intereses pesqueros en el Atlántico Sur.

Sin embargo, de manera casi recurrente (entre febrero y junio), se observa la presencia de buques palangreros de bandera asiática operando fuera de la Zona Económica Exclusiva argentina, a la altura del litoral comprendido entre Villa Gesell y Necochea. Actualmente, una flota taiwanesa de cinco pesqueros de mediano porte (40m) —BP Yun Mao No.1, No.8, No 102, No.128 y No.168, con puerto de apoyo Montevideo— opera en la zona con claros derroteros de pesca dirigida a la merluza negra.

Estas embarcaciones desarrollan actividades en zonas adyacentes a la jurisdicción nacional, donde la fiscalización efectiva es compleja o nula. Las capturas suelen ser transferidas en alta mar a buques de carga refrigerada, lo que dificulta el seguimiento de la trazabilidad. Esta práctica, aunque no necesariamente ilícita, plantea serios cuestionamientos desde la conservación marina, la equidad en el acceso a los recursos y la soberanía sobre los espacios oceánicos.

Los investigadores remarcaron que los resultados obtenidos serán tenidos en cuenta en futuras evaluaciones del estado del stock y podrían dar lugar a recomendaciones específicas para el manejo de la especie. Destacaron la importancia de continuar con campañas de investigación para profundizar el conocimiento sobre los patrones reproductivos de la merluza negra en el Mar Argentino.

Redacción por DataPortuaria
Fuente: Antonela - Pescare