

El precio del petróleo ha registrado un descenso notable, ubicándose en torno a los US$ 65 el barril, tras el anuncio del alto el fuego entre Israel e Irán por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La clave de esta baja radica en que los mercados interpretaron la reacción iraní como militar y no geopolítica, lo que disipó los temores sobre un bloqueo del estrecho de Ormuz.
Por esta estrecha vía marítima del Golfo, circula aproximadamente el 20% del petróleo y el gas mundial. Si bien el crudo Brent, estándar internacional, había superado los US$ 78 por barril el lunes 23 de junio (nivel no visto desde principios de año), la cotización bajó un 2,92% a US$ 69,39, mientras que el WTI cayó un 3,18% a US$ 66,35.
La ofensiva inicial de Estados Unidos e Israel sobre instalaciones nucleares iraníes había elevado drásticamente el riesgo geopolítico en Medio Oriente, disparando las alarmas en los mercados energéticos. Sin embargo, bancos de inversión como JP Morgan, HSBC y Goldman Sachs coincidieron en que, pese a la prima de riesgo inicial, nunca se registraron interrupciones físicas en el suministro. El mercado no creyó en una probabilidad relevante de que Irán bloqueara el estrecho o de que la guerra escalara a ataques contra infraestructura crítica, escenarios que podrían haber llevado el Brent a US$ 120-130.
Este escenario de precios más bajos no es necesariamente negativo para todos. JP Morgan señaló que un precio del Brent sostenido sobre los US$ 75 representa una oportunidad para petroleras de América Latina como Petrobras, Prio y Vista, que verían mejorada su generación de caja, dividendos y valoración en Bolsa.
El escenario actual es de contención. Los inventarios globales de petróleo siguen creciendo, y el escenario base de JP Morgan mantiene el crudo en un rango de US$ 60-67 para lo que resta de 2025, si la situación no escala. HSBC también consideró que el principal canal de contagio económico sería un "shock petrolero", pero advirtió que la capacidad ociosa de la OPEP+ (hasta 6 millones de barriles diarios) y una caída estacional en la demanda mantendrían el precio en US$ 65/b para fines de año.
El petróleo había comenzado la jornada del 23 de junio con una suba del 1% hasta los US$ 78 por barril, reflejando cierta tensión. Sin embargo, con el correr de las horas, la cotización se dio vuelta, registrando una caída del 7% para llegar a casi US$ 70 por barril, profundizándose tras el anuncio de Donald Trump del fin de las hostilidades.
Redacción por DataPortuaria
Fuente: Esteban Monte - Forbes Argentina