

La reciente escalada de ataques entre Israel e Irán ha elevado la alerta en el transporte marítimo en la región de Medio Oriente. La Organización de Operaciones Comerciales Marítimas del Reino Unido (UKMTO) emitió una advertencia sobre el incremento de las tensiones, que podría derivar en una mayor actividad militar con impacto directo sobre las tripulaciones y los buques comerciales que transitan por la zona.
Esta región es una arteria vital para el comercio global de energía y productos básicos, incluyendo petróleo y cereales. Aunque no se han registrado ataques directos a buques comerciales hasta el momento, la agencia británica alerta sobre el riesgo de que los Hutíes en Yemen, aliados de Irán, expandan sus acciones en el área.
La alerta máxima se extiende al Estrecho de Ormuz y al Golfo de Omán, zonas de especial preocupación por el aumento de la actividad militar, operaciones de defensa aérea y una posible interferencia del Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS). La incautación del portacontenedores MSC Aries de 14.000 TEU por Irán el año pasado, y su retención actual, refuerza el temor a nuevas acciones contra la navegación comercial.
Las consecuencias para el comercio internacional ya comienzan a manifestarse, con subas en los precios de diversos productos a nivel global, dada la influencia crucial de la región en las rutas de tránsito. Datos de Jefferies subrayan la magnitud del flujo: Medio Oriente representa el 40% del comercio total de petróleo crudo, el 33% del GLP, el 23% del GNL, el 12% de productos refinados, el 5% del comercio de contenedores y el 3% de graneles secos.
Un eventual cierre del Estrecho de Ormuz tendría repercusiones importantes, llevando a los buques portacontenedores a evitar la zona y a realizar trasbordos en otros puntos. Expertos anticipan que esta situación podría incrementar aún más la congestión en los puertos asiáticos, añadiendo presión a las cadenas de suministro globales.
Redacción por DataPortuaria
Fuente: ComexLatam