El sector lácteo en Argentina, que durante 2023 y parte de 2024 enfrentó desafíos significativos debido a sequías y un complejo contexto macroeconómico, ha iniciado una fase de recomposición. Desde mediados de 2024, un reordenamiento de la economía, la mejora de precios internacionales y una relación más favorable entre el precio de la leche y sus insumos han impulsado esta recuperación. La suspensión y posterior eliminación de retenciones a productos lácteos también contribuyó a mejorar la competitividad externa.

Como resultado, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) informó que la producción nacional de leche en los primeros cuatro meses de 2025 totalizó casi 3.300 millones de litros, lo que representa un incremento del 11% respecto al mismo período de 2024. El Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) estima que para 2025 la producción total ascendería a casi 11.200 millones de litros, mostrando una recuperación interanual del 6%, explicada por relaciones insumo-producto más ventajosas, mayor disponibilidad de forrajes y mejores condiciones meteorológicas.

Esta recuperación en la producción primaria se traduce en un mayor volumen de elaboración de productos lácteos. Según SAGyP, la producción conjunta de queso, yogures, leche en polvo, dulce de leche, crema y manteca alcanzó 389.700 toneladas en el primer cuatrimestre, un crecimiento del 13% interanual. Destaca el aumento del 23% en yogures y leches fermentadas, y del 18% en crema. Queso, leche en polvo y dulce de leche también mostraron repuntes significativos.

Un factor clave detrás de este impulso productivo es la relación insumo-producto más favorable. Actualmente, un litro de leche permite adquirir un promedio de 2,2 kg de maíz y 1,5 kg de soja, ubicándose por encima de los umbrales de referencia históricos y señalando un poder de compra de soja que es el más elevado desde julio de 2019 en la mayoría de los casos. Otro indicador relevante es el precio de la leche expresado en dólares, que alcanzó US$ 0,40 por litro en mayo de 2025, superando el promedio histórico de US$ 0,24 entre 2017 y 2024.

Respecto al consumo de leche, se observa una recuperación progresiva desde un mínimo registrado en mayo de 2024. Los datos de OCLA de abril de 2025 muestran un consumo per cápita anualizado de 194,1 litros, lo que significa una recuperación interanual del 20%. Si bien aún no alcanza el máximo histórico de 232 litros (1999), se prevé un crecimiento continuo.

Finalmente, el acceso a créditos al valor producto ha sido un motor adicional para el sector. El Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) lanzó una línea que permite fijar las cuotas de devolución en litros de leche, ofreciendo previsibilidad a los productores. Estos créditos, que ya suman casi $20.000 millones, han impulsado un aumento del 20% en sistemas rotativos y más del 30% en robots de ordeñe, fomentando la incorporación de tecnología y mejorando la capacidad productiva de los tambos.

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Redacción por DataPortuaria
Fuente: Belén Maldonado – Emilce Terré