

Por: DataPortuaria
Cuando se habla de modernización portuaria, la verdadera revolución del sector está en la gestión de datos y en la interconexión digital entre actores logísticos, públicos y privados. Los sistemas PCS (Port Community System) y PMS (Port Management System) han sido claves en esa transformación.
En esta nota, exploramos ejemplos concretos de puertos que han implementado estos sistemas con éxito. No se trata solo de tecnología, sino de procesos, cultura colaborativa y visión estratégica.
El Valencia PortPCS es considerado uno de los más avanzados de Europa. Su desarrollo comenzó hace más de una década, con el objetivo de integrar electrónicamente a toda la comunidad portuaria. Actualmente, el sistema permite la gestión en línea de escalas, manifiestos, reservas y documentación aduanera. También ofrece trazabilidad en tiempo real y acceso personalizado para cada actor, desde navieras hasta empresas de transporte terrestre.
Uno de los logros más notables fue la reducción de un 70% en los tiempos de tramitación documental, lo que se tradujo en menor congestión y mejor aprovechamiento de la infraestructura. Este modelo ha sido replicado, con adaptaciones, en otros puertos del Mediterráneo.
En el mayor puerto de Europa, la digitalización es una política de Estado. El PMS del Puerto de Rotterdam, desarrollado en alianza con empresas tecnológicas, permite gestionar de manera centralizada todas las operaciones portuarias: desde el atraque y salida de buques hasta el uso de remolcadores y la planificación del muelle.
El sistema incorpora sensores, inteligencia artificial y análisis predictivo para anticipar congestiones y optimizar recursos. Gracias a esto, el puerto ha logrado reducir un 20% los tiempos de espera para las embarcaciones, generando ahorros millonarios en costos logísticos.
El puerto de Busan, uno de los más activos del mundo, implementó un modelo de integración completa entre PCS y PMS. A través de una plataforma única, los actores logísticos y la autoridad portuaria comparten datos en tiempo real, lo que permite una coordinación fluida de operaciones, desde la llegada de los buques hasta la distribución terrestre.
El sistema no solo mejora la eficiencia, sino que también cumple con los estándares del Convenio FAL y con las directrices de la Organización Marítima Internacional (OMI), posicionando a Busan como un líder global en cumplimiento normativo.
En la región, el puerto de Santos se destaca por su inversión en tecnología y por ser uno de los primeros en adoptar un PCS funcional. A través del sistema Porto Sem Papel, se logró digitalizar gran parte de los trámites requeridos para el ingreso y salida de buques. La plataforma se articula con organismos como la Receita Federal, migraciones y sanidad.
Si bien el desafío sigue siendo la interoperabilidad con PMS y con sistemas privados, el caso de Santos muestra cómo una política pública decidida puede acelerar la transición digital y mejorar la competitividad regional.
Estos casos demuestran que:
“La implementación de sistemas PCS y PMS no es una cuestión de escala o de recursos ilimitados, sino de planificación estratégica, cooperación público-privada y voluntad de transformación”.
Cada puerto partió de una realidad diferente, pero todos lograron beneficios concretos: reducción de costos, mayor transparencia, eficiencia operativa y cumplimiento normativo. La digitalización portuaria es, ante todo, un proceso. Y estos ejemplos marcan el rumbo para quienes aún están en el camino.