En el marco del VIII Congreso de la Alianza Empresarial Iberoamericana CEAPI, celebrado en Sevilla, el presidente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Sergio Díaz-Granados, manifestó su expectativa de que el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur sea aprobado este año. Según indicó, la entrada en vigor del tratado permitiría conformar el área de libre comercio más extensa del mundo, abarcando a más de 1.100 millones de personas, y abriría nuevas oportunidades económicas para diversos tipos de empresas.

Desde una perspectiva logística, la iniciativa representaría un posible punto de inflexión, al prever una reducción de barreras arancelarias, la armonización de normativas y una mayor fluidez en los flujos comerciales transatlánticos. Díaz-Granados señaló que el tratado podría contribuir a la seguridad de abastecimiento europeo en alimentos y materias primas, lo que daría un nuevo protagonismo a los operadores logísticos dentro de cadenas de suministro más diversificadas.

En un contexto global marcado por cambios geopolíticos y comerciales, el presidente de CAF observó que actualmente predominan las “reglas propias” frente a los marcos multilaterales, y propuso profundizar la conexión entre Europa y América Latina. En esa línea, la presidenta de CEAPI, Nuria Vilanova, afirmó que España busca actuar como puente entre ambas regiones.

Sin embargo, la ratificación del tratado enfrenta resistencias. Francia mantiene su postura crítica, principalmente en relación con estándares medioambientales y el eventual impacto en su sector agropecuario. El presidente Emmanuel Macron anticipó que reiterará esta posición durante una próxima reunión con su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

Por su parte, España continúa con gestiones diplomáticas para acercar posiciones. La secretaria de Estado de Comercio, Amparo López Senovilla, visitó París para transmitir que el acuerdo, cerrado técnicamente en diciembre de 2024, se ajusta a los principios de una economía abierta y cuenta con mecanismos de control que garantizan estándares sanitarios y fitosanitarios.

Desde el punto de vista logístico, la eventual implementación del tratado podría generar los siguientes efectos en los países del Mercosur:

• Desarrollo de nuevas rutas logísticas y corredores bioceánicos, con mayores requerimientos de infraestructura vial, ferroviaria y portuaria.

• Incremento en la demanda de servicios logísticos integrales, especialmente por parte de pymes con acceso facilitado al mercado europeo.

• Aceleración de procesos de digitalización y trazabilidad, en línea con requisitos regulatorios europeos vinculados a sostenibilidad, documentación y seguridad.

• Mayor articulación público-privada para modernizar sistemas aduaneros, reducir tiempos de tránsito y avanzar hacia una logística más eficiente y sostenible.

Asimismo, en caso de persistir la disputa comercial entre Estados Unidos y otros países, Europa podría consolidarse como destino alternativo para exportaciones latinoamericanas, aumentando el peso estratégico de los nodos logísticos de la región.

Aunque las negociaciones técnicas ya han sido concluidas, la ratificación política sigue siendo una instancia pendiente. Francia busca conformar una minoría de bloqueo dentro de la UE, mientras que otros países consideran viable una mayoría favorable.

El sector logístico permanece atento a la evolución de este proceso, considerando el potencial del acuerdo para reconfigurar operaciones, regulaciones y asociaciones estratégicas en el escenario transatlántico.

Redacción por DataPortuaria
Fuente: MovantConnection