

La competencia entre los puertos de la costa este de América del Sur (ECSA) muestra un panorama dinámico, signado por grandes inversiones, cambios regulatorios y una creciente presión por mayor eficiencia logística. Mientras algunos puertos avanzan con estrategias agresivas de expansión e innovación, otros enfrentan retrocesos notables por dificultades internas.
En el primer trimestre de 2025, Porto Itapoá se consolidó como el segundo mayor operador de contenedores de Brasil, sólo por detrás del complejo portuario de Santos. Según datos de ANTAQ y Datamar, movilizó más de 202.000 contenedores, lo que representa un crecimiento interanual del 37%, superando ampliamente la media nacional del 10%.
El director ejecutivo de la terminal, Ricardo Arten, atribuye el desempeño a una gestión basada en la eficiencia, innovación e inversiones estratégicas. El cierre de 2024 ya había marcado un hito con 660.742 contenedores movilizados, posicionando al puerto como el líder en Santa Catarina y el tercero a nivel nacional.
Para sostener este ritmo, Itapoá inició su Fase IV de expansión, con una inversión prevista de 90 millones de dólares. El plan incluye la ampliación de patios, incorporación de equipos eléctricos e híbridos, escáneres de última generación, y la extensión del muelle para recibir simultáneamente tres buques de gran porte. A ello se suma un proyecto de dragado para alcanzar 16 metros de profundidad, lo que permitirá operar buques de hasta 366 metros de eslora y 16.000 TEU, una capacidad sin precedentes en el país.
El proyecto contempla también un componente ambiental innovador: el sedimento extraído del dragado será utilizado para la recuperación de playas, en una acción que articula infraestructura, desarrollo turístico y sostenibilidad.
El Puerto de Montevideo enfrenta un escenario complejo. En el primer cuatrimestre de 2024, perdió el 50% de su movimiento de contenedores en tránsito, tras el retiro de dos navieras clave: MSC y Hapag-Lloyd.
Las causas apuntan a fallas estructurales en el modelo de gestión portuaria vigente, donde la Terminal Cuenca del Plata opera bajo un esquema monopólico con participación mayoritaria de la belga Katoen Natie. Entre los problemas señalados se incluyen: falta de regulación estatal en tarifas, incumplimientos en los planes de inversión acordados, y demoras sostenidas en la atención de buques.
Este deterioro ha generado un traslado de cargas hacia Buenos Aires y Río Grande (Brasil), en busca de mayor eficiencia operativa y reducción de costos logísticos. La caída compromete gravemente el rol estratégico de Montevideo como hub de transbordo en el sur de la región.
A raíz de esta reconfiguración, el puerto de Buenos Aires logró captar nuevamente una parte significativa de la carga paraguaya, que anteriormente transitaba por Montevideo. Esto refuerza su posición dentro del sistema portuario del Río de la Plata, y confirma el impacto de la competitividad regional basada no solo en inversiones, sino también en gestiones eficientes y marcos regulatorios transparentes.
Redacción por DataPortuaria
Fuente: TradeNews