

Según la organización marítima BIMCO, entre enero y abril de 2025 el reciclaje de buques graneleros cayó un 24% interanual, tocando su nivel más bajo en 17 años. Esta baja se da a pesar de que el Baltic Dry Index (BDI) —indicador clave de tarifas de fletes a granel— retrocedió 35% en el mismo período. Esta desconexión entre tarifas y actividad de desguace preocupa a la industria, que observa cómo una flota envejecida y menos eficiente presiona sobre los costos logísticos y las cadenas de suministro globales.
Desde 2021, la demolición de graneleros se mantiene en niveles bajos. En aquel momento, el auge de la demanda y las congestiones logísticas elevaron las tarifas, desincentivando el retiro de unidades antiguas. Contribuyeron factores como la fuerte demanda de China, sanciones al carbón ruso y desvíos hacia el Cabo de Buena Esperanza ante ataques en el Mar Rojo.
Sin embargo, en lo que va de 2025, el contexto ha cambiado. La caída del equilibrio entre oferta y demanda deprimió las tarifas, lo que normalmente impulsaría el desguace. Pero la incertidumbre sobre el comercio mundial está postergando decisiones estratégicas, manteniendo en operación buques que ya habrían debido salir de servicio.
La edad promedio de la flota granelera se ubica en 12,6 años, el registro más alto desde 2010. Cerca de 8 millones de toneladas de peso muerto (dwt) corresponden a unidades que, en condiciones normales, deberían haber sido recicladas. Buques con más de 25 años —el 6% de los operativos— siguen activos, con un impacto directo en la eficiencia operativa y el consumo de combustible.
Este fenómeno es más notorio en el segmento handysize, donde el 10% de las unidades supera los 25 años, dificultando la transición hacia normativas medioambientales más exigentes.
El mantenimiento de estas unidades anticuadas puede traducirse en mayores demoras en las entregas y un aumento en los costos de transporte, con efectos visibles en el comercio internacional. En economías exportadoras como Argentina, estos desajustes logísticos impactan en los precios y la disponibilidad de alimentos, combustibles y materias primas.
Para 2025 se espera una expansión del 2% en la entrega de nuevos graneleros, seguida de un aumento del 16% en 2026, concentrado en embarcaciones Panamax y Supramax. Esta renovación parcial apunta a mejorar la eficiencia, aunque podría generar un exceso de capacidad en ciertos segmentos, presionando a los armadores a retirar unidades viejas del mercado.
No obstante, el panorama está atravesado por factores inciertos: desde las negociaciones comerciales entre grandes potencias, hasta una posible reactivación de rutas por el Mar Rojo si mejora la seguridad en la región. Estos elementos pueden alterar el balance actual entre oferta y demanda, con implicancias directas sobre el ritmo del desguace.
Redacción por DataPortuaria
Fuente: MovantConnection