

Con el 74% de la superficie nacional de soja ya cosechada, más de 40 millones de toneladas han ingresado al circuito comercial argentino, según el informe semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
La recolección de soja de primera alcanza el 81%, con rendimientos promedio de 33,5 qq/ha en Córdoba, una de las zonas más adelantadas. En cuanto a la soja de segunda, ya se cosechó el 56% del área apta, y se destacan rindes superiores a lo esperado en Córdoba, Entre Ríos, el norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires y el Núcleo Sur.
Sin embargo, las precipitaciones registradas en el noreste de Buenos Aires desaceleraron el ritmo de cosecha, en una región que concentra el 21% del área aún sin recolectar. Esto genera una demora interanual de nueve puntos respecto al promedio histórico en el sur de la zona núcleo pampeana, y de veinte puntos en el norte de La Pampa y oeste de Buenos Aires.
Aunque las inundaciones podrían generar pérdidas, la Bolsa de Cereales aún no publica estimaciones productivas al respecto.
En paralelo, la cosecha de maíz con destino a grano progresa de forma más lenta, condicionada por la humedad de los lotes y la prioridad operativa de levantar soja. Hasta el momento se recolectó el 38,8% del área nacional, con un rendimiento promedio de 80,7 qq/ha.
En la provincia de Córdoba, los resultados se mantienen sólidos: se estiman 83,5 qq/ha en el centro-norte y 78,4 qq/ha en el sur. A pesar de la baja en la superficie sembrada, en el centro-norte cordobés se espera un incremento interanual del 11,8% en la producción, destacando una recuperación frente a los efectos de la chicharrita registrados en la campaña pasada.
En cambio, el sur de Córdoba mostraría una caída interanual del 23%, producto de una menor superficie implantada. En este contexto, la proyección nacional de producción de maíz se mantiene en 49 millones de toneladas.
Mientras la soja avanza con buenos rindes y altos volúmenes comerciales, el maíz progresa más lentamente pero ofrece perspectivas productivas alentadoras en regiones clave. Ambos cultivos atraviesan una campaña marcada por la variabilidad climática, que condiciona el ritmo de cosecha en zonas como Buenos Aires, pero sin alterar, por el momento, las proyecciones generales.
Redacción por DataPortuaria
Fuente: Valor Soja - infocampo