miércoles 07 de mayo de 2025 - Edición Nº1711

Puertos | 5 may 2025

Trump golpea a los puertos

La guerra comercial paraliza al mayor puerto de Estados Unidos

Los puertos de Los Ángeles y Long Beach enfrentan una drástica caída en el movimiento de carga por los aranceles impuestos a China. Importadores frenan pedidos, estanterías se vacían y trabajadores del sector ya sienten el impacto.


Los efectos colaterales de la política arancelaria del presidente Donald Trump ya se hacen sentir con fuerza en los principales puertos estadounidenses, especialmente en Los Ángeles, el mayor del país, que ha visto reducir su actividad en hasta un 35% en la primera semana de mayo.

"Se podría oír caer un alfiler, es muy inusual", comentó Gene Seroka, director del puerto angelino, a la agencia AFP. Junto con su vecino Long Beach, este complejo portuario representa la mayor entrada de mercancías asiáticas a Estados Unidos, particularmente desde China, principal blanco de las medidas arancelarias impuestas durante el gobierno de Trump.
 

Gene Seroka has helped lead the global supply chain rebound - Los Angeles  Times


Ambos puertos han sido víctimas inmediatas de la escalada comercial, en medio de una economía que comienza a mostrar señales de desaceleración. El descenso del 30% en las importaciones previsto para mayo en Long Beach y la cancelación de decenas de viajes marítimos marcan un cambio drástico en la operativa habitual de esta zona.
 

"Muchos minoristas y fabricantes por igual han presionado el botón de pausa", afirmó Seroka.


La incertidumbre ha generado una ralentización en los pedidos de productos como muebles, juguetes y textiles, lo que repercute en toda la cadena logística nacional.

China, con productos gravados en hasta un 145%, vio cómo sus ventas a Estados Unidos —que superaron los 500.000 millones de dólares el año pasado— enfrentan ahora no solo una caída en volumen, sino un aumento sustancial en precios. Según Seroka, el coste de productos chinos es 2,5 veces mayor que el mes anterior.

La situación, lejos de circunscribirse a la costa oeste, afecta a todos los puertos del país, como advirtió Mario Cordero, director del puerto de Long Beach, señalando que los impactos también se sienten en el Golfo de México, rebautizado por Trump como "Golfo de América".
 

El problema ya se traslada a las góndolas y almacenes. “Los importadores tienen entre cinco y siete semanas de inventario”, explicó Seroka.


Si el conflicto se mantiene, la escasez en tiendas físicas y plataformas digitales será inevitable. Los consumidores estadounidenses podrían enfrentar pronto una merma significativa en la oferta y un aumento generalizado de precios.

 

Puerto de Los Angeles: Informe del Puerto - Sumisho Global Logistics USA

 

En el plano humano, los trabajadores portuarios y transportistas comienzan a asumir el costo. Antonio Montalbo, camionero del sur de California, expresó su frustración: necesita reemplazar una pieza fabricada en China cuyo precio se ha duplicado.
 

“Estamos enfadados con Donald Trump”, declaró. Pese a haber votado por él, hoy considera que los aranceles son “peores que la inflación”.


La desaceleración del comercio marítimo, la presión sobre los costos y el descontento de los trabajadores reflejan cómo las tensiones globales impactan directamente en el entramado logístico estadounidense, desde los puertos hasta los hogares.

Redacción por DataPortuaria
Fuente: La Nación

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