

En su más reciente informe "Perspectivas del Mercado de Productos Básicos" (abril de 2025), el Banco Mundial advirtió sobre un futuro sombrío para el mercado energético global, con fuertes implicancias para Vaca Muerta, el principal yacimiento no convencional de Argentina. Según el organismo, los precios de los bienes energéticos —petróleo, gas natural y carbón— caerán de forma significativa en 2025 y 2026, afectando directamente la viabilidad de inversiones intensivas en costos como las que requiere el fracking.
El documento estima que el precio del Brent promediará los USD 64 por barril en 2025 y USD 60 en 2026, una baja que debilita las proyecciones de rentabilidad para proyectos como los de Vaca Muerta, donde la competitividad ya se ve desafiada por la infraestructura y escala de gigantes del shale como Estados Unidos y Canadá.
La baja del precio internacional se suma a las presiones internas. Empresas operadoras buscan recortar costos laborales, lo que ha derivado en una escalada de tensiones con los sindicatos petroleros. Esta situación quedó expuesta en la previa del último paro general convocado por la CGT, cuando los gremios del sector petrolero decidieron adherirse, aunque por motivos particulares vinculados a las condiciones laborales en los yacimientos.
Paralelamente, se ha desatado una fricción creciente entre operadoras y empresas de servicios, a las que se exige renegociar precios a la baja, sentando las bases para una conflictividad sectorial creciente en un contexto de incertidumbre global.
El escenario global de desaceleración económica, sumado a la inestabilidad macroeconómica local, los controles cambiarios y las restricciones fiscales, ha comenzado a desalentar la llegada de capital extranjero. Lejos del “aluvión de inversiones” prometido con la sanción del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), las señales de mercado muestran una retirada progresiva de actores internacionales.
Dos ejemplos contundentes son la venta de activos por parte de ExxonMobil (USD 2.000 millones) y Petronas (USD 1.300 millones) a firmas lideradas por empresarios argentinos: Pluspetrol y Vista, presidida por Miguel Galuccio.
La reconfiguración empresarial en Vaca Muerta marca un viraje donde el empresariado argentino gana terreno, apostando fuerte en un contexto de salida de las multinacionales. Sin embargo, esta expansión responde en parte a una divergencia de expectativas: los compradores nacionales están dispuestos a pagar más por activos que los extranjeros ya no consideran rentables a largo plazo.
El caso más emblemático es Tecpetrol, del Grupo Techint, que con USD 2.000 millones logró en Fortín de Piedra el plan gasífero más exitoso de Vaca Muerta. En el fondo, se trata de una apuesta basada en el control del mercado interno, donde las reglas del juego son más manejables para los actores locales habituados a negociar con el Estado.
Redacción por DataPortuaria
Fuente: Javier Polvani - LM Neuquen