

Con más de 50 años de trayectoria, la empresa pesquera Solimeno cerrará definitivamente su planta de procesamiento en Mar del Plata, dejando atrás un emblema de la actividad industrial local. La compañía anunció que la histórica unidad ubicada sobre la Avenida de los Trabajadores, que alguna vez empleó a más de 500 operarios, dejará de funcionar de forma definitiva para reconvertirse en un centro de acopio y almacenamiento de mercadería congelada.
La decisión afecta de forma directa a 102 empleados, según confirmaron fuentes gremiales, quienes serán indemnizados conforme a las normativas vigentes. Aunque no se descartan reubicaciones internas, el impacto laboral y simbólico es profundo: la planta fue una referencia productiva desde la década del 70 y durante años abasteció al mercado interno y externo con productos derivados de la pesca.
Desde la empresa explicaron que la caída en los niveles de procesamiento local y los cambios en el modelo de negocio motivaron esta reestructuración. Actualmente, gran parte del pescado capturado se congela a bordo, lo que reduce la necesidad de infraestructura en tierra para fileteado y empaquetado.
La transición refleja una transformación estructural en la industria pesquera argentina, donde la logística y eficiencia en la cadena de frío han redefinido las prioridades operativas. La reconversión del edificio incluirá cámaras de frío y depósitos para la comercialización y distribución de productos congelados.
Mientras tanto, el gremio de trabajadores del pescado expresó su preocupación ante la pérdida de empleo y el vaciamiento de una planta icónica, al tiempo que evalúa otras posibles afectaciones similares en el sector. La noticia representa un fuerte llamado de atención sobre la sostenibilidad de los eslabones productivos tradicionales frente a la modernización de la flota y las exigencias de competitividad internacional.
Redacción por DataPortuaria
Fuente: Belkis Martínez - La Nacion