

Por: Redacción por DataPortuaria - ComexOnline
En una señal de distensión en el conflicto que enfrenta a Rusia y Ucrania, Estados Unidos y Rusia han alcanzado un acuerdo preliminar para facilitar la reactivación del comercio marítimo en el Mar Negro, según reportó Reuters. El entendimiento, que se enmarca en un esfuerzo diplomático orientado a reducir las tensiones bélicas, contempla dos componentes centrales: el levantamiento parcial de sanciones occidentales sobre exportaciones rusas de alimentos y fertilizantes, y una prohibición recíproca de ataques a infraestructuras energéticas.
El acuerdo retoma elementos de la Iniciativa del Mar Negro de 2022, impulsada originalmente por Turquía y la ONU, que permitió la exportación de más de 33 millones de toneladas de grano ucraniano hasta su colapso en 2023. Moscú se había retirado entonces de la iniciativa, alegando obstáculos logísticos y financieros que, si bien no prohibían formalmente sus exportaciones, complicaban las operaciones mediante restricciones en pagos, seguros y acceso a puertos.
Entre los beneficios que obtendrá Rusia, se destacan:
Acceso al sistema financiero internacional, incluyendo la reconexión del banco agrícola Rosselkhozbank al sistema SWIFT.
Facilitación de seguros marítimos y cuentas corresponsales, lo que destraba operaciones para empresas navieras y exportadoras.
Levantamiento parcial de sanciones a actores del sector agrícola, incluyendo maquinaria vinculada a fertilizantes.
Compromisos de seguridad marítima, como la no utilización de buques comerciales con fines bélicos y la implementación de inspecciones neutrales.
En contrapartida, Ucrania recibiría garantías humanitarias, incluyendo apoyo de EE.UU. para avanzar en intercambios de prisioneros, repatriación de civiles y retorno de menores desplazados por la fuerza.
El acuerdo también involucra a países no beligerantes de la región, como Bulgaria, Georgia, Rumania y Turquía, que verían en esta reactivación una oportunidad para dinamizar sus economías portuarias y recuperar actividad comercial afectada por la guerra.
No obstante, el pacto permanece condicionado al cumplimiento efectivo de las garantías ofrecidas, y su implementación dependerá de factores geopolíticos volátiles. Mientras en Washington se lo interpreta como una vía hacia eventuales conversaciones de paz, desde Kiev persiste el escepticismo, al considerar que no hay condiciones reales de negociación sin el retiro completo de tropas rusas de los territorios ocupados.
Analistas citados por The Moscow Times advierten que Rusia podría aprovechar las concesiones para robustecer su economía de guerra, mientras Occidente intenta equilibrar la presión militar con la necesidad de garantizar seguridad alimentaria global, en un conflicto que, según datos de ACNUR, ya ha provocado el desplazamiento forzoso de más de 12 millones de personas.