

Por: DataPortuaria
Cada 2 de abril, la Argentina conmemora el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, una fecha que trasciende lo bélico para instalarse como símbolo de memoria, dolor y reflexión nacional. A más de cuatro décadas del conflicto, las historias personales continúan revelando nuevas aristas sobre lo vivido en el campo de batalla, pero también sobre lo que vino después: el olvido, la reconstrucción y el desafío de transformar una experiencia traumática en motor de cambio.
En ese marco, el testimonio de Mario Goicoechea, veterano de guerra y referente en la industria portuaria, ofrece una perspectiva singular. Su enfoque pone el acento en lo aprendido: la importancia de la planificación, la estrategia y el liderazgo, no solo para sobrevivir, sino para construir.
Durante su charla en TEDx Necochea, compartió cómo los errores estructurales de aquella guerra le enseñaron las claves para gestionar equipos, liderar proyectos y pensar a largo plazo, aún en contextos adversos.
Desde el inicio, marcó el tono de su exposición:
“Nunca me gustó el tema de Malvinas tratarlos desde la lástima o desde el dolor.”
Su propuesta fue “darle otra mirada” y rescatar enseñanzas que puedan ser útiles en el ámbito profesional y social.
Tras su regreso de la guerra, Goicoechea desarrolló una carrera en el sector portuario, liderando obras estratégicas y obteniendo becas internacionales en España y Estados Unidos. Fue allí donde advirtió las diferencias profundas en la cultura de gestión:
“Todas las empresas públicas españolas están planificando a 10 años, a 15 años. Para mí era ciencia oculta.”
En EE.UU. profundizó el enfoque:
“Se planificaba más comercialmente, pero siempre pensando a 10 años, a cinco años. Con mecanismos muy comerciales. El objetivo es vender.”
A lo largo de la charla, sintetizó su experiencia en cinco claves para liderar proyectos:
“Lo primero que tenemos que hacer es tener pasión. Si uno no tiene pasión, no tiene energía y ese fuego interno para hacer las cosas, yo le diría que ni siquiera lo intente.”
“Hay que planificar.”
“Hay que hacer un análisis mínimo. La viveza criolla no sirve para todo.”
“Tiene que haber liderazgo y tiene que haber un equipo de trabajo. No se puede hacer con un amontonamiento.”
“Los análisis hay que analizarlos cada ocho meses, un año en nuestro país.”
En el tramo más crudo, relató lo vivido en Malvinas:
“18 años, nos vamos a la guerra. Instrucción militar, un mes. Nunca tiré un tiro. [...] No sabíamos qué hacer con los cuerpos, no sabíamos qué hacer con las heridas.”
“Tampoco planificamos el retorno de soldados que vienen de una guerra.”
Y dejó una frase que resume todo su pensamiento:
“Cuando alguien no planifica, pasa eso.”
Como cierre, lejos del dramatismo, dejó un mensaje propositivo:
“Si nos ponemos las pilas y aceptamos la estrategia, la planificación, es muy fácil o mucho más fácil llegar al éxito en cada uno de los proyectos”