

Por: Redacción por DataPortuaria - MovantConnection
La velocidad promedio de los buques mercantes continúa reduciéndose en lo que va de 2025, acentuando una tendencia que comenzó hace más de una década. De acuerdo con un informe reciente, a diferencia de 2024 —cuando los cambios de velocidad fueron dispares según el tipo de embarcación—, la desaceleración actual se observa de forma generalizada en todos los segmentos de la flota oceánica.
Desde la crisis financiera de 2008, la velocidad media de navegación ha disminuido entre un 20% y un 30%, inicialmente por el exceso de capacidad y el incremento de los costos del combustible. En años recientes, las regulaciones para reducir emisiones de gases de efecto invernadero también se han convertido en un factor clave detrás de esta reducción, aunque las fluctuaciones del precio del combustible y las tarifas de flete siguen condicionando los ritmos de operación.
Durante 2024, algunas embarcaciones presentaron leves aumentos de velocidad. Los portacontenedores, por ejemplo, incrementaron su velocidad media un 1%, alcanzando los 14 nudos, con un repunte más notable del 4% en buques entre 12.000 y 16.999 TEUs. También se registraron mejoras en los metaneros, aunque otros segmentos —como petroleros, graneleros, car carriers y gaseros LPG— mostraron reducciones de entre 0,4% y 1,2%.
Sin embargo, los primeros meses de 2025 marcan una baja más contundente: la velocidad de los metaneros cayó un 2,0% (14,6 nudos), la de los graneleros un 1,7% (10,7 nudos) y los petroleros de productos redujeron su ritmo un 1,1% (11,2 nudos), en comparación con el promedio del año anterior.
El informe también revela que los buques de diseño más eficiente —los denominados “eco ships”— mantienen una ventaja operativa en velocidad sobre las embarcaciones tradicionales. Los VLCC y capesizes eco navegan, en promedio, medio nudo más rápido, mientras que los gaseros LPG de gran tamaño amplían esa diferencia hasta 1,6 nudos. En contraste, los metaneros con turbinas de vapor experimentaron una caída de velocidad del 12% desde 2018, duplicando la reducción registrada en las unidades más modernas del mismo segmento.
La convergencia de factores económicos, técnicos y regulatorios sigue empujando a la flota mundial hacia una operación más lenta, lo que podría tener implicancias logísticas relevantes en el comercio marítimo internacional.