

El temporal del pasado 7 de marzo dejó secuelas devastadoras en la infraestructura ferroviaria de Bahía Blanca y su zona portuaria, afectando gravemente la logística de carga y el transporte de pasajeros. Mientras se vislumbran posibles inversiones para restablecer el servicio de carga, el panorama para los trenes de pasajeros es aún más incierto.
Las imágenes obtenidas reflejan un cuadro crítico: puentes derrumbados, vías cortadas y terraplenes socavados, lo que compromete la operatividad de los principales accesos ferroviarios a la ciudad y al puerto. En la actualidad, las vías de Darregueira, Neuquén—con aproximadamente seis kilómetros destruidos en la zona de Cerri—y Patagones se encuentran inhabilitadas.
Esta situación ha paralizado completamente la operación de Ferroexpreso Pampeano en los accesos de Darregueira, Coronel Suárez y Neuquén. Por su parte, Ferrosur Roca solo mantiene operativos sus servicios entre Grünbein y Buenos Aires, sin posibilidad de traslados hacia Neuquén y Vaca Muerta.
Según especialistas consultados, la recuperación de estos ramales podría demandar varios meses o incluso más de un año.
El ferrocarril desempeña un rol clave en la logística portuaria, ya que aproximadamente el 30 % de los granos que arriban a Bahía Blanca lo hacen por esta vía. Sin embargo, la concesión de Ferroexpreso Pampeano expira el 30 de abril, lo que introduce incertidumbre sobre las inversiones necesarias para la recuperación de la infraestructura ferroviaria.
Maximiliano Abraham, presidente de la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca, advirtió que la llegada de granos y oleaginosas por tren quedará interrumpida por un tiempo prolongado, lo que generará un aumento en la demanda de camiones y una mayor presión sobre los turnos de descarga en las terminales.
“Los accesos viales están en proceso de recuperación, pero la operatividad del ferrocarril de cargas permanecerá comprometida por varios meses”, afirmó Abraham.
Asimismo, enfatizó que la proximidad del vencimiento de la concesión de Ferroexpreso Pampeano genera incertidumbre respecto a la inversión en reparación de vías y puentes.
Por otro lado, Jorge de Mendonça, presidente de la Asociación Intermodal de América del Sur (AIMAS), advirtió que la crisis ferroviaria no es solo consecuencia del temporal, sino también de una falta histórica de inversión en infraestructura.
“El puerto más importante del sur bonaerense ha quedado sin acceso ferroviario para granos, mientras que Vaca Muerta y Río Negro han perdido una conexión clave”, sostuvo.
Ante la vulnerabilidad del sistema ferroviario y los costos que implica su reconstrucción, diversos especialistas sugieren que este escenario representa una oportunidad para rediseñar los ramales y optimizar su operatividad.
Diego Sotelo, de la consultora Somaqba, señaló que es el momento propicio para desarrollar un sistema ferroviario moderno y eficiente, que contemple tanto el transporte de cargas como el de pasajeros.
Fuente: ArgenPorts