jueves 13 de marzo de 2025 - Edición Nº1656

Comercio Exterior | 13 mar 2025

Guerra comercial: cómo los nuevos aranceles chinos impulsan las exportaciones de soja de Brasil y Argentina


La reciente imposición de aranceles por parte de China a la soja estadounidense reconfigura temporalmente el comercio global de esta materia prima. Con el mayor comprador del mundo buscando alternativas más competitivas, Brasil y Argentina emergen como los principales beneficiarios de este reacomodamiento, aunque la historia sugiere que este escenario podría no ser permanente.

El mercado mundial de la soja presenta una estructura concentrada: solo cuatro países—Brasil, Estados Unidos, Paraguay y Argentina—poseen volúmenes de exportación lo suficientemente significativos como para abastecer la demanda global. Sin embargo, son Brasil y Estados Unidos los que dominan el comercio con más del 85% de las exportaciones globales, lo que hace que cualquier alteración en sus relaciones comerciales tenga un impacto inmediato en el equilibrio de la oferta y la demanda.

Por el lado de la demanda, China es el actor determinante. El gigante asiático adquiere cerca del 60% de la soja que se comercializa internacionalmente, por lo que cualquier decisión arancelaria tomada por Beijing modifica las dinámicas del comercio global. En este contexto, los recientes aranceles impuestos a la soja estadounidense generarán una reorientación de los flujos comerciales hacia Brasil, el mayor proveedor global, y en menor medida hacia Argentina, que también tiene a China como su principal destino de exportación.

Un ciclo comercial que se repite

Si bien el impacto inmediato de los aranceles chinos favorece a Sudamérica, la historia reciente sugiere que este tipo de medidas tiende a generar efectos transitorios. Durante la guerra comercial de 2018-2019, China también restringió sus compras a Estados Unidos, privilegiando la soja brasileña. Sin embargo, una vez que los stocks en Brasil comenzaron a disminuir, la necesidad de abastecimiento llevó a los importadores chinos a reactivar sus compras en el mercado estadounidense.

Los precios de la soja acompañaron esa dinámica. En un primer momento, la guerra arancelaria hizo que la soja estadounidense cayera hasta su costo de producción, en torno a los 330 dólares por tonelada. Pero cuando China reanudó sus compras en 2020, la cotización internacional se disparó, alcanzando los 590 dólares por tonelada en 2021.

En la actualidad, los precios de la soja se sitúan en torno a los 367 dólares por tonelada, aproximadamente un 10% por encima del umbral de equilibrio. Con el nuevo esquema comercial, es probable que la soja estadounidense vuelva a presionar a la baja su cotización hasta niveles cercanos al costo de producción, mientras que Brasil y Argentina capitalizan el desvío de la demanda.

Los desafíos para los productores estadounidenses

El impacto de estas medidas no solo se refleja en el comercio internacional, sino también en la rentabilidad de los productores. Los márgenes en el sector agrícola suelen ser ajustados y, en Estados Unidos, los agricultores dependen en gran medida del apoyo de programas gubernamentales para mitigar el efecto de los aranceles. En este sentido, la incertidumbre sobre el futuro del comercio con China vuelve a colocar al sector en una posición de vulnerabilidad.

Sin embargo, el patrón de comportamiento del mercado indica que el desvío de la demanda hacia Brasil y Argentina será temporal. A medida que los volúmenes de exportación en estos países se reduzcan, China no tendrá otra opción que retomar la compra de soja estadounidense, lo que reequilibrará los precios a nivel global.

Fuente: Forbes Argentina, basado en datos del mercado de soja y tendencias comerciales analizadas por Forbes US.

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