

Los gremios aceiteros habían anunciado un paro nacional por tiempo indeterminado a partir del miércoles 12 de marzo, en reclamo de mejoras salariales y el pago de haberes adeudados por parte de la empresa Vicentin. Sin embargo, la medida fue frenada por una resolución del Ministerio de Capital Humano, que dictó la conciliación obligatoria, suspendiendo la huelga en toda la industria aceitera.
A pesar de esta resolución, el conflicto con Vicentin sigue sin solución. La empresa, que se encuentra en concurso de acreedores desde 2020, solo abonó el 30% de los salarios correspondientes al último período, lo que mantiene la incertidumbre entre sus trabajadores. Representantes gremiales denunciaron que la compañía no garantiza el pago total de los sueldos y advirtieron que, de no haber avances concretos, podrían retomar las medidas de fuerza una vez finalizado el período de conciliación.
La situación ha generado preocupación en el sector agroindustrial, dado que Argentina es uno de los principales exportadores mundiales de aceite y harina de soja, y un paro prolongado podría afectar la logística y el comercio exterior. Empresarios del sector han instado a una pronta resolución del conflicto para evitar demoras en la exportación de productos clave para el ingreso de divisas al país.
Mientras continúan las negociaciones, los sindicatos mantienen el estado de alerta y movilización, esperando respuestas concretas tanto del gobierno como de las empresas involucradas.
Fuente: La Nación.