Como consecuencia de las fuertes lluvias, al menos 104 personas perdieron la vida en Petrópolis, ciudad que se encuentra en Río de Janeiro. La mayoría de los civiles murieron por las inundaciones provocadas por las tormentas, aunque también hubo muchas víctimas por los deslizamientos de tierra.
“La situación es casi como una guerra. Autos colgados de postes, autos volcados, mucho lodo y agua”, dijo el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro. Ante la crítica situación, el ayuntamiento declaró tres días de luto y más de 300 personas tuvieron que abandonar sus hogares.
“Infelizmente hoy hay personas que se resisten a dejar sus casas”, agregó. Las 25 escuelas que tiene el municipio dejaron de enseñar para convertirse en albergues.
Entre la tarde y la noche del martes, en un lapso de seis horas, se registraron 259 milímetros de lluvia, superando el promedio de todo el mes de febrero. En total, hubo 269 deslizamientos de terrenos, mientras que las viviendas destruidas se acercan a las 200.
En este sentido, ante la gran cantidad de personas que aún permanecen desaparecidas, se espera que el número de muertos se siga incrementando.
En 2011, Petrópolis fue el escenario de la mayor tragedia climática jamás registrada en Brasil, cuando los temporales dejaron más de 900 muertos y un centenar de desaparecidos.
