El próximo domingo 24 de abril, el presidente Emmanuel Macron y la derechista Marine Le Pen se enfrentarán en un balotaje para definir quién se convertirá en el nuevo mandatario de Francia.
En la primera vuelta de este domingo 10 de abril, Macron ocupó el primer lugar con el 27,8%, seguido por Le Pen con 23,1% y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon con el 22%. En el cuarto lugar quedó el derechista Éric Zemmour con el 7,1% y, en el quinto, Valérie Pécresse con el 4,8%.
En total, de los 49 millones de franceses habilitados para votar, se registró una participación del 65%, un porcentaje bastante menor al 69,42% de 2017.
Así, al igual que sucedió en 2017, Macron y Le Pen se volverán a enfrentar en una segunda vuelta, aunque esta vez se espera que la contienda sea mucho más pareja que la vez anterior. En aquella ocasión, Macron derrotó a Le Pen con más del 66% de los votos, aunque ahora apenas triunfaría por un margen de 51% a 49%.
Tras conocer los resultados, Le Pen dijo que “en esta primera ronda, el pueblo francés claramente quería hacer una elección fundamental entre dos visiones opuestas del futuro: una de división, injusticia y desorden impuesta por Macron en beneficio de unos pocos; la otra, una unión de los franceses, en torno a la justicia social y la protección”.
Por su parte, Macron dijo que “no nos equivoquemos. Nada está decidido. Y el debate que tendremos en los próximos quince días es decisivo para nuestro país y para Europa”.
“Algunos me votarán para detener a la extrema derecha. Sé que no será un apoyo al proyecto que represento y lo respeto (…) no se puede considerar que las cosas van bien y hay que convencer a esa parte de la población con mucha humildad y respeto”, agregó.
El 20 de abril, ambos candidatos se enfrentarán en un debate televisivo.
