Un grupo de activistas del Reino Unido dijo que más de 110.000 personas se sumaron a una campaña para no pagar las facturas de gas y electricidad a partir de octubre.
El movimiento, llamado “Don´t Pay” (No pagues), busca convencer a la población de no realizar sus pagos y débitos con las empresas de energía a partir del 1 de octubre, ya que estas incrementarán significativamente sus tarifas.
Se espera que el tope del precio de la energía se eleve de 1971 libras esterlinas (US$ 2322.72) a 4567 (US$ 5381.98) en enero y 5816 en abril. Así, la factura promedio para enero de 2023 alcanzaría las 500 libras esterlinas (más del triple que en el invierno pasado).
El grupo está impulsando este boicot porque, según sus promotores, “millones de personas se verán obligadas a elegir entre calentarse y comer”.
“Uno de cada tres hogares se verá obligado a vivir en la pobreza energética este invierno. Eso es más de 8 millones de hogares (…) no podemos seguir tolerando la agresiva escalada de precios que hemos visto por parte de las compañías energéticas en los últimos 12 años, y especialmente en los dos últimos”, agregaron.
Por otra parte, es probable que la suba de las tarifas continúe impulsando la inflación en el Reino Unido que, en julio, alcanzó el 10,1%, la más alta en cuarenta años.
