Tras varios días de intensas lluvias en Sudáfrica, el número de víctimas fatales asciende a 443, mientras que 63 personas permanecen desaparecidas.
Las devastadoras inundaciones están azotando particularmente a la región de Durban, ciudad portuaria del Kwazulu-Natal (KZN), frente al Océano Índico.
En total, más de 41.000 personas se han visto afectadas, mientras que alrededor de 4.000 casas han sido destruidas y más de 13.000 dañadas. Además, en algunas partes de la provincia, el agua y la electricidad están cortadas desde el lunes.
Las autoridades estiman que los daños generales a la infraestructura ascienden a más de 10.000 millones de rand (US$ 684,6 millones). Ante esta situación, el gobierno anunció una ayuda de emergencia inicial de US$ 68 millones.
El primer ministro de KZN, Zikalala, dijo que las inundaciones se encontraban entre las peores registradas en la historia de su provincia.
“Necesitamos hacer acopio de nuestro coraje colectivo y convertir esta devastación en una oportunidad para reconstruir nuestra provincia (…) La gente de KwaZulu-Natal se levantará de este caos”, agregó.
Por su parte, el presidente Cyril Ramaphosa, que se hallaba en el Mpumalanga (noreste) con motivo de la celebración de las Pascua, lamentó una catástrofe “jamás vista antes en el país”.
Esta no es la primera vez que Sudáfrica se ve afectada por las lluvias y las inundaciones: en 2019, una catástrofe de estas características dejó unos 80 muertos en esta misma época del año.
