Según la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “entre 702 y 828 millones de personas sufrieron hambre en 2021″, lo que equivale al 9,8% de la población mundial.
Esta cifra implica que hubo 46 millones de personas más con hambre con respecto a 2020, un año que ya había presentado un “panorama sombrío” para la seguridad alimentaria global debido a la pandemia del Covid-19.
Por otra parte, la FAO confirmó que el objetivo de la ONU es erradicar el hambre en 2030. Sin embargo, destacó que “el mundo se aleja de su objetivo de eliminar el hambre, la inseguridad alimentaria y la desnutrición bajo todas sus formas de aquí a 2030″.
En este sentido, estimó que 670 millones de personas van a seguir sufriendo hambre para el final de esta década, “una cifra similar a la de 2015”.
El informe también advirtió sobre una “intensificación de los principales motores de la inseguridad alimentaria y de la desnutrición”, que son los conflictos, los fenómenos climáticos extremos y las crisis económicas. Por ello, será muy importante que se tomen medidas audaces para reforzar la “resiliencia” frente a crisis futuras, como la pandemia del coronavirus, que impactó en la cadena de suministros.
