La Unión Europea aprobó un plan para recortar el consumo de gas, aunque, debido a la presión de varios miembros, se implementaron varias modificaciones.
En este sentido, se mantendrá el recorte lineal y generalizado del 15% del consumo de gas desde agosto hasta marzo, aunque se introdujeron varias excepciones para adaptar el ahorro a las necesidades energéticas de cada país.
Además, en el caso de un hipotético estado de alerta, dicha decisión deberá ser sometida a votación de los 27 países, y no por la Comisión Europea como estaba estipulada.
“Hoy, la UE ha dado un paso decisivo para enfrentar la amenaza de una interrupción total del gas por parte de Putin”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Por otra parte, conscientes de esta decisión, desde Rusia dijeron que su objetivo no era dejar de suministrarle gas a Europa, aunque advirtieron que la situación podría cambiar si las sanciones occidentales continúan.
“Rusia no está interesada en hacer esto (…) digan lo que digan en la Comisión Europea, en las capitales europeas, en Estados Unidos; Rusia ha sido, es y sigue siendo un país que garantiza la seguridad energética de Europa en muchos aspectos y no en declaraciones, sino en hechos”, dijo el portavoz Dmitri Peskov.
