Durante un acto encabezado por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, Eletrobras, la mayor empresa de electricidad de América Latina, debutó como empresa privada.
En forma simbólica, el mandatario tocó una campanilla electrónica para dar inicio a las operaciones de la empresa, fundada en 1962, en la Bolsa de Valores.
La semana pasada, la privatización de Eletrobras fue realizada mediante un modelo de capitalización que incluyó una oferta de acciones que le permitió al Estado recaudar US$ 6.855 millones.
Ahora, la participación estatal en Eletrobras pasó del 70 % a cerca del 40 %, aunque el Estado conservó una “acción dorada” que le otorga poder de veto en decisiones estratégicas, mientras que las nuevas controladoras de la compañía son Singapore GIC, de Singapur, la canadiense CPPIB y la gestora brasileña 3G Radar.
Según algunos analistas, esto podría generar que el precio de las tarifas aumente al menos 8% a partir de 2023. Sin embargo, este año hay elecciones presidenciales en Brasil y Lula da Silva, el máximo favorito, ya anunció que revertirá la medida si es electo.
Por su parte, Bolsonaro confirmó que, si es reelecto en octubre, buscará privatizar Petrobras.
