
Este informe pretende radiografiar la situación actual del sector y sintetizar los principales retos y oportunidades a los que se va a enfrentar en los próximos años. Para ello, se ha combinado la investigación contando con la participación de empresas, instituciones y asociaciones de referencia de toda la cadena de valor del sector logístico.
Entre ellos han tomado parte cargadores, operadores logísticos, empresas de transporte, de servicios a la logística, tecnológicas, asociaciones empresariales sectoriales, representantes de la administración pública y entidades académicas especializadas. Debido al creciente papel estratégico que juega esta industria en la economía, las dificultades a las que ésta se enfrente lo serán pronto de muchos otros sectores.
La logística tiene una dinámica de generación de empleo por encima de la economía en general, pero el estudio confirma que se trata de un área poco atractiva para los profesionales, especialmente para los más jóvenes, a pesar de las grandes posibilidades de desarrollo y crecimiento que ofrece.
Perfiles más demandados
La encuesta realizada para el desarrollo del estudio muestra que los diez perfiles más demandados y difíciles de cubrir son conductores profesionales, jefes de tráfico, ingenieros de proyectos logísticos, carretilleros y personal almacén, directores de supply chain, directores comerciales y de desarrollo de negocio, responsables de logística, expertos en business intelligence y gestores de flota.
En este sentido, la mayor preocupación en lo que se refiere a gestión de talento en las empresas logísticas se encuentra en la escasez de profesionales para cubrir estos puestos y, en menor grado, en la falta de formación especializada.
Además, el sector se enfrenta a más desafíos: la necesidad de atraer talento femenino dada la baja presencia de mujeres en actividades operativas, el envejecimiento de las plantillas y la muy baja participación de jóvenes de entre 18 y 25 años, que no llega al 5%.
Por todo ello, el profesional logístico del futuro requerirá unos conocimientos profundos de las herramientas y técnicas asociadas a la logística, hablar varios idiomas, con competencias digitales plenas, con unas habilidades personales muy bien desarrolladas y con una sensibilidad hacia aspectos como la sostenibilidad ambiental y social.