Durante agosto, la temperatura media en China fue de 22,4 °C, 1,2 °C más alta desde 1961, año en el que se iniciaron los registros. Además, unas 267 estaciones de control de todo el país igualaron o batieron récords de temperatura.
A este extremo calor se suman la falta de precipitaciones y las sequías, como ocurrió con el río Yangtsé, el más importante del país. Así, agosto también fue el tercer mes más seco registrado en China, con un promedio de precipitaciones 23,1% menos que lo habitual.
En los últimos días, las temperaturas bajaron considerablemente. Sin embargo, la situación de la red eléctrica es muy delicada como consecuencia de que millones de personas utilizaron excesivamente sus aires acondicionados durante agosto.
Ante esta extrema situación, varias regiones tuvieron que racionar la electricidad, lo que afecta gravemente la actividad comercial y a las empresas. Por ejemplo, en la provincia de Sichuan, las autoridades de la capital, Chengdú, redujeron la iluminación del metro y apagaron las vallas publicitarias.
Como era de esperar, todo esto impacta directamente en los cultivos de arroz y soja, que requieren mucha agua. Por ello, el gobierno lanzó una dotación especial de 10.000 millones de yuanes (casi US$ 1.500 millones) para apoyar a los agricultores.
