La pandemia del coronavirus ha afectado negativamente a la mayoría de las actividades económicas, y el transporte marítimo, que se encarga del 90% del comercio mundial, no fue la excepción.
Los costes del rubro continúan aumentando como consecuencia de la reactivación del comercio mundial, lo cual provocó una sobredemanda de fletes y generó un incremento del 328% en los costes del transporte marítimo desde marzo de 2020.
A la pandemia se suman dos situaciones particulares que tampoco han sido de mucha ayuda: el bloqueo durante seis días del Canal de Suez por el Ever Given y un atasco en el puerto chino de Yantian.
Respecto a esto último, la ciudad asiática posee a Shenzhen, el tercer mayor complejo portuario de contenedores de todo el mundo. Debido a un brote de coronavirus a fines de mayo, las autoridades chinas decidieron establecer duras restricciones y que los muelles del puerto operasen a menos del 30% de su capacidad. Esto ha generado que unos 139 buques portacontenedores estén varados frente a sus costas (un 50% más que el promedio entre abril y mayo).
Este suceso, más el problema del Canal de Suez y el coronavirus, tuvieron un fuerte impacto en el precio de los fletes marítimos, los cuales se multiplicaron por más de cuatro desde febrero de 2020, según el Índice de Contenedores de Carga de Shanghái (SCFI). Solo entre fines de mayo y junio, el precio aumentó un 7,2%. Por ejemplo, el coste de enviar un contenedor de cuarenta pies podría llegar a valer hasta 10.000 euros.
Sin embargo, más allá de las malas noticias, las líneas navieras volverán a tener un gran año. En 2020, el rubro registró ingresos netos por US$ 1.750 millones, impulsados principalmente por el aumento de las tarifas en un 400% respecto a 2019. Durante los primeros tres meses de 2021, 5 de las 10 principales navieras ya ganaron más dinero que durante todo el año pasado.
