A medida que el mundo comienza a superar la pandemia del coronavirus, comienzan a salir a la luz los serios problemas económicos que la misma ha provocado.
Según datos del Instituto de Finanzas Internacionales, la deuda mundial aumentó a un récord de más de US$ 305 billones.
La misma fue, principalmente, impulsada por la deuda de China, que aumentó en US$ 2,5 billones durante el primer trimestre de este año, y la de EE.UU. en US$ 1,5 billones.
Por otro lado, en la zona euro la deuda disminuyó por tercer trimestre consecutivo, mientras que en los mercados emergentes la deuda total se acercó a los US$ 100 billones desde los US$ 89 billones de hace un año.
El informe explicó que “a medida que los bancos centrales avanzan con políticas más estrictas para frenar las presiones inflacionarias, los mayores costos de endeudamiento exacerbarán las vulnerabilidades de la deuda”.
“El impacto podría ser más severo para aquellos prestatarios de mercados emergentes que tienen una base de inversores menos diversificada”, agregó.
Respecto a la relación deuda/PIB, el IIF confirmó que la misma cayó al 348%, unos 15 puntos porcentuales por debajo del récord establecido el año pasado.
La deuda corporativa fuera de los bancos y los préstamos de gobiernos fueron las principales fuentes del aumento de los créditos, con una deuda fuera del sector financiero que superó los US$ 236 billones, unos 40 billones más que hace dos años.
Por otra parte, respecto a la recuperación económica, la financiera Morgan Stanley pronostica que el crecimiento mundial de 2022 será menos de la mitad que la del año pasado.
La multinacional espera que el crecimiento global sea del 2,9%, unos 40 puntos básicos por debajo del consenso, en comparación con el crecimiento del 6,2% en 2021.
“La desaceleración es global, impulsada por la combinación de un ímpetu fiscal menguante, una política monetaria más restrictiva, un aumento continuo de casos de coronavirus, fricciones persistentes en la cadena de suministro y, más recientemente, repercusiones de la invasión rusa de Ucrania”, explicaron desde Morgan Stanley.
