En julio, la inflación en Brasil retrocedió 0,68%, la menor cifra desde el inicio de la serie histórica en 1980.
En los últimos meses, Brasil ha registrado su inflación más alta en las últimas dos décadas, que alcanzó el 11,89%. Sin embargo, gracias a la deflación de julio, la cifra interanual retrocedió hasta el 10,07%.
Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), “el resultado del mes fue influenciado principalmente por el sector de Transportes, que tuvo la caída más intensa (-4,51%), y contribuyó con el mayor impacto negativo (-1,00 punto porcentual) en el índice”, lo que se explica por la reducción del precio de los combustibles (-14,15%).
En julio, Petrobras recortó dos veces los precios de sus combustibles como consecuencia de la reducción de los valores internacionales.
Por otra parte, la deflación en Brasil también se explica por la política monetaria del Banco Central que, tras 12 subidas, elevó sus tasas de interés hasta el 13,75%, muy por encima del 2% de marzo de 2021.
El Banco Central dijo que su previsión interanual para marzo de 2024 está en línea con su política monetaria, lo que indicaría que ya no incrementará más sus tasas.
La entidad manifestó que la proyección del 3,5% “es coherente con la estrategia de convergencia de la inflación en torno al objetivo durante el horizonte pertinente”.
El objetivo oficial de inflación es del 3,25% en 2023 y del 3% en 2024, mientras que las estimaciones actuales del Banco Central son del 4,6% y del 2,7%, respectivamente.
